El escenario que presagia la promulgación de una “ley de observancia religiosa”

Hoy me levanté con una profunda preocupación. Durante algún tiempo evité pronunciarme públicamente sobre la situación política que vive este país (EE.UU.), pero me ha resultado imposible dejar de hacerlo dadas las repercusiones que esto tendrá a largo plazo.

Todos ya conocemos los resultados de las pasadas elecciones en términos de los colegios electorales y del voto popular. Después de más de 50 demandas (¡que no han probado nada!), y de varias “propuestas indecentes” del actual inquilino de la Casa Blanca (la ultima, filtrada a la prensa, completamente inmoral), también tenemos que escuchar que una docena de senadores se negarán a validar el triunfo del próximo presidente, agudizando así el nivel de ansiedad que hemos estado viviendo en este tiempo de pandemia que destruye miles de vidas diariamente en la nación. Ese grupo de senadores está liderado por el senador de Texas, Ted Cruz (que se denomina “cristiano” y, que expresó cuando competía con Trump por la candidatura presidencial, que si ganaba “Dios vendría a la tierra”, y a quien Trump le respondió: “pues Dios ya está aquí y va a ser presidente” —cito de memoria).

El comportamiento político de muchos evangélicos de esta nación deja mucho que desear, y es lo que hace que el testimonio cristiano no valga un céntimo ante los no creyentes. Están preocupados por la moralidad de la nación, pero actúan de forma tan inmoral como aquellos a quienes critican. Políticos de esta naturaleza son los que necesitamos para que un día sea aprobada “en bola de humo” una ley que imponga una observancia religiosa espuria que traerá la ruina de esta nación. Elena G. de White, expresó:

«La corrupción política está destruyendo el amor a la justicia y el respeto a la verdad; y hasta en los Estados Unidos de la libre América, se verá a los representantes del pueblo y a los legisladores tratar de asegurarse el favor público doblegándose a las exigencias populares por una ley que imponga… [una observancia religiosa]. La libertad de conciencia que tantos sacrificios ha costado no será ya respetada» (CS:651).

¡La suerte está echada! No tengo la menor duda de que veremos cosas insólitas en los próximos años. La democracia norteamericana no es tan fuerte como parecía, y lo peor de todo, está amenazada por políticos cuyo único compromiso es su agenda partidista. Pero lo más descabellado es que promueven teorías conspirativas mentirosas para mantener a las gentes engañadas. Pero hay personas con las cuales ese tipo de jugada, sencillamente no funciona. Lo que más lamento es que el pueblo de Dios sea tan indiferente espiritualmente y que tarde tanto en despertar del sueño laodicense en el que se encuentra.

Bien expresó el pastor y escritos adventista Ty Gibson: «Mucho que lleva el nombre de “Cristiano” en Estados Unidos, es en realidad un nacionalismo político que utiliza a Jesús como su mascota». Ty Gibson

Esta es la clase de políticos y gobernantes que necesitamos para que tenga cumplimiento el escenario descrito en Apocalipsis 13:13-17.

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